Historias inspiradoras con Base 25
Hay mensajes que pueden cambiar el rumbo de una semana. Mensajes sinceros y a corazón abierto que consiguen que pensemos que todo nuestro esfuerzo y trabajo valen la pena.
Ésta es una de esas semanas y enseguida entenderéis la razón.
En Base 25 entendemos el deporte como un estilo de vida. El deporte como catalizador para cumplir nuestros sueños y nuestras metas. El deporte como la actividad que conseguirá convertirnos en mejores personas. Más sanas, más fuertes, más capaces.
Hace unos días recibimos un mensaje muy especial y sincero. Una historia de superación que nos conmovió. No sólo porque utilizara Base 25 y hablara maravillas de ella, sino por su valentía, su tesón y sus ganas de seguir mejorando.
Comencé a correr tras un accidente de trabajo tras el que me amputaron todos los dedos del pie derecho y por el que pasé por varias operaciones.
Paso a paso. Zancada a zancada. Una respiración suave al principio. Muchas sensaciones y estados diferentes: esfuerzo, honestidad, amistad, humildad, constancia, compañerismo, agotamiento, alegría, euforia, ilusión, dolor. Sensaciones opuestas en ocasiones sí, pero una locura maravillosa. Horas quitadas al sueño. Corriendo dejo que el tiempo despierte mis sensaciones. Correr es la respuesta. Correr es salud.
Veo que soy capaz de conseguir mis metas, retos u objetivos. Corriendo aclaro mis ideas, mis problemas, mis dudas. Paso tiempo de calidad conmigo mismo. No importa el ritmo ni la distancia. Kilómetros por delante, y mis problemas detrás. Corriendo disfruto, respiro, sueño, entreno, sufro, río, vivo. Correr me hace feliz y eso es lo que me importa.
Nunca estaré lo suficientemente agradecido a este deporte por todo lo que me ha dado; creo que no se lo podré devolver nunca. Conocer a gente maravillosa, descubrir lugares corriendo, la sensación de evasión, de tranquilidad, de poder estar con uno mismo, de pensar en tus cosas, de superarte a ti mismo, de por un instante sentirte cómo el único habitante de la tierra que está en ese lugar… disfrutando, porque lo que tengo claro es que corro para divertirme y el día que deje de hacerlo, esta historia se habrá acabado.
Si pongo en una balanza lo positivo y lo negativo de este deporte, gana lo positivo sin ninguna duda.
Todos tenemos un reto, un objetivo, un sueño. Para empezar un gran proyecto hace falta valentía. Para terminarlo, esfuerzo y constancia. Nadie regala nada. Corro tras mis sueños y retos. Gracias por escucharme.
Desde aquí queremos darle las gracias por compartir con nosotros su historia.
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